Quién nos iba a decir que este año íbamos a tener una Semana Santa como las de antaño. Mucho se especuló durante los últimos meses sobre la posibilidad de la celebración de la Semana Santa, sobre las posibles restricciones, aforos limitados y demás medidas de seguridad a imponer. La verdad es que el alto índice de vacunación y la baja ocupación hospitalaria han permitido llevar a cabo una Semana Santa en todo su esplendor con mucha gente en las calles celebrando la Muerte y Resurrección de Nuestro Señor.
El pueblo de Baena ha vibrado y disfrutado con su Semana Santa como hace tiempo que no se recuerda. Todo el mundo ha participado activamente y hemos recibido un gran número de “forasteros” atraídos por nuestra singular Semana de Pasión. Ha sido una semana completa en el que el tiempo ha acompañado y todas las cofradías han podido realizar su Estación de Penitencia y los actos que tenían previstos.
Nuestra Cofradía y en particular nuestra hermandad pudo realizar todos sus actos sin importantes contratiempos y disfrutamos un año más de la Estación de Penitencia junto a Él.
Para los hermanos de Jesús de la Ventana este año se podría decir que ha sido un año en el que se nos ponía a prueba, un año difícil porque siempre es complicado mantener a los hermanos en una hermandad de cera y máxime si has estado dos años sin salir. A esto se unía el hecho de que estrenábamos la figura secundaria de Barrabás, lo cual entraña una mayor responsabilidad y trabajo para preparar todo.
A pesar de ello, nuestros hermanos han respondido magníficamente ante estos nuevos retos y podemos decir que estamos incluso mejor que en la Semana Santa del 2019. La hermandad se ha consolidado definitivamente ya que disponemos de un número de hermanos adecuado, nuestro titular luce impecable, el trono y las imágenes secundarias van acordes a nuestra imagen y nuestra hermandad infantil crece año tras año y cultiva cofrades comprometidos y orgullosos de la hermandad a la que pertenecen.