Pasados algunos días del fin de nuestra Semana Mayor, podemos decir que quizás haya sido la peor tras la pandemia. Ha sido una Semana Santa marcada por las continuas lluvias que ha traído la borrasca Nelson que ha obligado a ver escenas atípicas que nunca nos hubiese gustado ver y que nos han llenado de profunda tristeza. A pesar de las inclemencias meteorológicas han sido mayoría las cofradías que han podido realizar su estación de penitencia (a excepción de nuestra Cofradía, la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, Santo Cristo del Calvario y Soledad de María Santísima y la Real Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario y Santísimo Cristo Resucitado), aunque en algunos casos la lluvia hizo acto de presencia una vez empezado el desfile. Adicionalmente este aspecto ha mermado notablemente el ambiente semanasantero y la presencia de personas en las calles.
Para nuestra Hermandad ha sido una Semana Santa para olvidar por muchos aspectos, aunque como alguien nos dijo en nuestro primer ensayo de Andas, nos debemos quedar con los aspectos positivos que también son muchos. Por este motivo esta crónica va enfocada a todo lo bueno que nos ha pasado esta Semana Santa. Lo primero y más importante es toda el agua que ha caído durante esta semana que ha permitido llenar en parte nuestros pantanos y ha mitigado ligeramente la situación de sequía que llevamos arrastrando los últimos meses. Ha sido toda una bendición del Señor para nuestros campos que tanta falta le hacían.
El Sábado de Pasión fueron muchos el grupo de hermanos que acudieron a llevar a cabo la limpieza de enseres de la hermandad. A pesar de la gran cantidad de objetos y enseres que hay que limpiar, tanto los que forman parte del paso de misterio como los que son portados por los hermanos durante la procesión, poco a poco se quedó todo limpio y ordenado. Fue una tarde entretenida en la que no faltaron el incienso, las marchas y muchas sonrisas.
El Domingo de Ramos amanecía nublado pero con poca probabilidad de lluvia. Los pequeños de nuestra Hermandad estaban preparados para recibir a la Entrada Triunfal de nuestro Señor en Jerusalén. Nuestros pequeños iban portando palmas y ramas de olivo para tal acontecimiento. Fueron más de 30 pequeños hermanos de la Ventana los que ordenadamente realizaron la Estación de Penitencia. Después del desfile, los más pequeños, repusieron fuerzas en el cuartel de la Hermandad.
El Lunes Santo es el día clave en nuestra Hermandad donde hay mucho trabajo que llevar a cabo en lo referente al montaje del trono y a la preparación y vestimenta tanto a nuestro Cristo como a las figuras secundarias que lo acompañan (Poncio Pilatos, Barrabas y centurión romano). Durante la mañana nos encargamos de llevar todo a la Iglesia Conventual de San Francisco y dejarlo organizado. Este año fueron muchos los hermanos que con sus vehículos fuimos llevando todos los enseres, objetos, y figuras a la Iglesia. También aprovechamos, dado el alto número de hermanos para llevar las andas a San Francisco y quitarnos trabajo para la intensa tarde del Lunes Santo.
En la jornada vespertina nos dispusimos a dejar el paso montado. Son innumerables las actividades que realizamos en esa tarde: limpiar el trono, montar faroles, almohadillas, vestir imágenes, etc…). Cada año tenemos la tarde más planificada e incluso este año se adelantaron algunas de estas actividades así que pudimos acabar antes. Tras esta jornada el trono quedo prácticamente listo y a falta del exorno floral.
El Martes Santo tiene lugar nuestro miserere en honor de todos los titulares de la cofradía. Pero antes de esto aún quedan muchas cosas por preparar y organizar antes de ese momento. Por la mañana, un buen grupo de hermanos prepararon el cuartel de la hermandad para tomar un refrigerio a la finalización del miserere. Asimismo, se realizaron los últimos retoques en el trono y en la iglesia para dejarlo todo listo para el Miserere. En la tarde noche el cielo se cubría y la temperatura ambiental apenas llegaba a los 10 grados. Ante la amenaza de lluvia el desfile se inició a la 19h y con la idea de no realizar el trayecto de vuelta tras la misa miserere. La decisión fue totalmente acertada porque cuando estábamos llegando a la iglesia empezaron a caer las primeras gotas y ya no paró durante toda la noche. La fría jornada del martes terminó con un rato de convivencia cofrade en el cuartel de la hermandad.
El Miércoles Santo amanecía nublado con alta probabilidad de lluvia durante toda la jornada. Al pueblo de Baena le importó poco estas previsiones y en las calles aparecieron las casacas rojas de los judíos dispuestos a echar las cajas desde las primeras horas de la mañana. Por nuestra parte el Miércoles Santo que esperábamos con muchísimas ganas y expectación ya estaba aquí, aunque no era como pensábamos porque las previsiones de lluvia eran bastante claras y evidentes. A pesar de estar pensando en nuestra Estación de Penitencia, antes de había mucho trabajo por delante: adornar el trono, recoger y montar el cuartel para después de la procesión y comprobar que no se dejaba nada pendiente.
Este año el exorno floral del Cristo ha estado compuesto por clavel sangre de toro. Como ya viene siendo habitual en los últimos años, hemos querido incorporar un pequeño detalle floral diferente, sencillo y genuino de nuestra forma de ser como hermandad y hemos incluido un centro de rosas y espigas de trigo como símbolo de prosperidad y abundancia para nuestros campos de olivos. El segundo detalle introducido en la decoración del trono ha sido la colocación de espinas entre los claveles para simbolizar el momento que nuestro misterio representa que es la Presentación al Pueblo tras ser coronado con espinas como Rey de los Judíos.
Las previsiones meteorológicas que auguraban lluvia a partir de la seis de la tarde, por lo que tras unos 40 minutos de espera, el Cabildo de la Cofradía decidía suspender nuestra salida procesional Aunque la noticia era esperada (de hecho estuvo toda la noche lloviendo), fue recibida con una enorme decepción por parte de todos los hermanos de Jesús de la Ventana. En ese momento pasaron por nuestras cabezas todos los momentos vividos a lo largo del año, todo el trabajo realizado, todo el esfuerzo hecho durante los ensayos de andas, todos los preparativos para el desfile procesional, etc.
Finalmente se realizó un Rezo dentro de la iglesia y todas las imágenes de la Cofradía fueron mecidas al son de las marchas interpretadas por la centuria romana de los Mohínos.
Posteriormente en el cuartel tomamos una copa de hermandad y disfrutamos planificación la Semana Santa del 2025. La verdad y quedándonos con lo positivo, nos alegra enormemente los momentos vividos este año en el cuartel donde hemos visto como un grupo tan numeroso, heterogéneo y con distintas edades ha disfrutado muchísimo y ha conectado a la perfección. La verdad es que la convivencia que tenemos previamente en los ensayos nos ayuda a ser una verdadera Hermandad. Estamos muy orgullosos de la semilla que hemos sembrado y de cómo poco a poco los más jóvenes colaboran activamente con su Hermandad.
Asimismo, se le hizo entrega del pin de plata de la Hermandad por sus 25 años en la misma a Laura Ávalos, Nazaret Torres, Manuel Fernández y Gema Rojano. Enhorabuena a tod@s porque sois grandes herman@s y mejores personas.
El Jueves Santo durante toda la mañana y parte de la tarde estuvo lloviendo con fuerza por lo que el desfile de la Estaciones tuvo que suspenderse. De todos modos, disfrutamos de una merienda en el cuartel en la que seguimos planificando el próximo año.
La mañana del Viernes Santo, acabó de amargarnos completamente nuestra Semana Santa. Nuestra camarera Gloria Torres fallecía de madrugada. Gloria llevaba de camarera más de 50 años, desde nuestra reorganización en el 1969. Era la camarera con mayor tiempo en el cargo de Baena, Todo un ejemplo de humildad y sencillez. Recuerdo como pasaba su pañuelo ligeramente perfumado por el rostro de nuestro Ecce Homo, como lo miraba, como le hablaba, como lo cuidaba. Aunque lo últimos años ya no podíamos disfrutar de su presencia la tarde del Lunes Santo, siempre la veíamos asomada a su ventana de la calle Mesones esperando a que Jesús de la Ventana se parase ante ella. En ese momento le salía una sonrisa y le hablaba, siempre la hablaba. Ahora estará disfrutando de la gracia divina a su lado, No hay forma de agradecer a Gloria todo lo que ha ayudado a esta Hermandad durante tantos años, cuando apenas había hermanos y la mayoría eran niños. Gracias a su ayuda hoy somos una gran Hermandad.
Finalmente, el sábado de Gloria, deshicimos todo lo hecho, recogimos todos los enseres, guardamos el trono. Este año nuestro Jesús de la Ventana cruzó el dintel de San Francisco en sábado, tres días después de cuando debía hacerlo ya que fue trasladado al taller de Ana Infante para someterse a un proceso de restauración que lo va a obligar a estar varios meses fuera de nuestra localidad. Esperemos que pronto este con nosotros completamente restaurado y recuperado del desgaste de los años.
Esperamos con ganas, ilusión y alegría la Cuaresma del 2025 para poder disfrutar de nuestros ensayos de andas y de los preparativos previos como lo hemos hecho este año, porque el grupo humano que forma esta Hermandad es lo más valioso de la misma y está por encima de todos los contratiempos y vicisitudes que puedan acontecer.
#SEMPERFIDELIS
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