domingo, 3 de noviembre de 2013

El Ecce Homo de Gozo

Llegado este periodo otoñal y antes del inicio del Año Cofrade os dejamos el siguiente relato remitido por un hermano de nuestra Hermandad. Aprovechamos la ocasión para recordaros que podéis enviarnos vuestros artículos, relatos, fotos o lo que deseéis que publiquemos en nuestro blog al siguiente correo electrónico: jesusdelaventana@gmail.com.

Os dejamos con el artículo titulado “el Ecce Homo de Gozo” y esperamos que os guste.


Este relato tiene su inicio en unas vacaciones en Malta, en el año 2007. Malta es un archipiélago situado en la mar Mediterráneo, al sur de Italia. Dicho archipiélago esta formado por tres islas. La isla de Malta, de mayor extensión y donde se concentra la mayor parte de la población (algo más del 90%), la isla de Gozo, algo más pequeña y un lugar ideal para el descanso y la relajación con algo más de 30.000 habitantes y por último la isla de Comino que se encuentra deshabitada y es un lugar ideal para la práctica del buceo.
 

El suceso que quiero relatar ocurrió en la isla de Gozo en concreto en su capital, Victoria, situada en el centro de la isla.
 

Durante mi visita a los principales monumentos de dicha ciudad, me dispuse a acceder a la Iglesia de San Jorge, que es la más importante de la zona baja de la ciudad. La iglesia, tiene su origen en la época medieval (antes de 1450), colocándose la primera piedra de la actual iglesia en 1672, se le denomina la Basílica de mármol.
 
 
El pabellón de bronce y oro sobre el altar, similar al de la Basílica de San Pedro en Roma, es realmente impresionante, pero la atracción principal para los gozitanos es una imagen del patrón de la ciudad, San Jorge, esculpida en madera por Pawlu Azzopardi en 1838.
 

Al visitar la iglesia y disponerme a realizar las oportunas fotos de rigor observé que tras una puerta que accedía a parte trasera del templo se vislumbraba en el suelo de mármol un escudo similar a de la Hermandad de Jesús de la Ventana. El escudo de nuestra hermandad se compone de la cruz griega posee cuatro brazos del mismo tamaño, también conocida como crux immissa quadrata en latín, rodeada de una corona de espinas. Me acerqué hasta este escudo para realizar una fotografía y cuando estaba realizando la misma observe que tras la puerta de un armario y dentro de una vitrina se encontraba la imagen de un Ecce Homo de tamaño natural. Abrí por completó la puerta de madera y pude contemplar en todo su esplendor la escultura.
 

Me llamó muchísimo la atención que dicha escultura se encontrara en un lugar tan inusual (metida en un armario), lejos de su exposición al culto. Me impresionó como un pueblo tan religioso como el maltés (existen más de 365 iglesias, casi una por cada mil habitantes) podía tener a sus imágenes tan ocultas y más comprobando como en la iglesia había espacio para más imágenes. Luego con el tiempo he podido comprobar cómo la Semana Santa y la iconografía con ella relacionada no ocupa el lugar o la importancia que le damos en España o Andalucía por ejemplo, en contra de las fiestas patronales o celebraciones, como el Corpus, la Asunción de María, etc.
 

La imagen de este Ecce Homo me recordó a nuestra imagen cuando procesionaba con su clámide púrpura sobre los hombros allá por los años 70 y 80. Además la posición de los brazos es también similar. Llevaba una corona de espinas natural muy llamativa y una caña en la mano izquierda.


Continuando con esta historia, durante este año 2013, he vuelto a ir a la isla de Gozo y por supuesto he vuelto a visitar Victoria y la Iglesia de San Jorge. Desde el primer momento intenté buscar el escudo de nuestra hermandad por la puerta que recordaba que de nuevo se encontraba abierta. En el suelo no se veía nada. Empecé a dudar si era por esa puerta e incluso si había ocurrido en esa iglesia porque al mirar por otros accesos a la parte trasera no lograba ver el escudo. Finalmente me fijé que el suelo ya no era de mármol sino que había sido enlosado de nuevo, así que me acerqué hasta donde pensaba que podía estar el Ecce Homo y comprobé que seguía allí encerrado en su pequeña vitrina y algo más abandonado pero tan hermoso como en 2007. En esta ocasión tenía la capa algo caída y no llevaba la caña.
 

Os adjunto, junto con el relato, fotos de la imagen de ambas visitas. No son de muy buena calidad pero me fue imposible sacar una imagen mejor teniendo en cuenta la vitrina, la oscuridad del lugar, y mi poca pericia como fotógrafo.


1 comentario:

  1. Un relato realmente entrenido, diferente y con unas fotografías preciosas. La imagen del Ecce Homo impresionante. Solo le encuentro una pega....que se acaba.

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